Cuando un bebé entra por la puerta de una casa, la vida de los que habitan allí da un giro de 180 grados, es así que la llegada de Tito Samuel a nuestra familia (mi esposo Tito y mi hija Natalia de 8 años) no es la excepción. Él ha cambiado totalmente nuestras vidas, con él recordé que el amor significa, desvelos, trabajo, lágrimas y entrega total, el mismo que es recompensado, con una sonrisa y muecas, las cuales manifiestan su confianza y cariño.
Por tal motivo futura mamá quiero compartir con contigo, algunos consejitos ya conocidos, que sirven como guía para superar el primer mes con el nuevo integrante de la familia:
El 80% del tiempo, el bebé sano suele estar tranquilo y se dedica a dormir, lo ideal seria aprovechar esos periodos de sosiego para descansar y recuperar fuerzas.
Es importante tener paciencia, ya que ambos, tanto madre como recién nacido deben adaptarse y eso lleva tiempo.
El bebé tiene una conducta instintiva, la mayoría de las veces no actúa por voluntad propia sino por instinto, eso explica por qué chupan todo lo que introduces en su boca y aprieta fuerte tus dedos cuando lo colocas con los suyos.
Es necesario establecerles horario de comidas y de sueño.
Cabe mencionar que las habilidades de los recién nacidos, se desarrollan de una manera tan rápida que nos podemos imaginar. Muestran su capacidad para responder al entorno, descubren, aprenden y recuerdan incluso el primer abrazo con la mamá.
El llanto del bebé es particularmente importante, porque a través de él, se comunica con la mamá.
Además de satisfacer las necesidades vitales, todos los recién nacidos necesitan sentirse seguros y queridos. La prueba de eso es que la falta de afectividad puede producir retrasos, tanto en el desarrollo fisiológico como psicológico.
En el caso de niños prematuros, la necesidad de cariño resulta evidente, ya que, al haber sido separados de su madre, se sientes desprotegidos y pueden tener sentimientos de angustia. Para calmar su ansiedad, los médicos recomiendan mantener el contacto diario con el bebé, con el fin de fortalecer la relación y el cariño con sus padres.
Mi carrera como mamá apenas empieza y quizás lo más difícil está por llegar, sin embargo teniendo a mi lado al dador de la vida “Dios”, no hay nada que temer. En este mundo carente de amor, Dios me ha confiado mis dos retoños Natalia y Tito Samuel para Su Gloria y Honra. Hoy mi corazón rebosa de alegría, pues no existe mayor bendición que un hijo y yo tengo dos.
Bendiciones,