Todos los bebés pierden peso en los primeros días de vida. Sobre todo los que son alimentados con leche materna. Esta pérdida de peso es completamente normal. Se debe a dos razones:
- En primer lugar, porque en el interior del útero, la proporción de líquido que hay en el cuerpo del bebé es superior a lo normal, por ello, al nacer, parece que estén hinchados. Ese exceso de líquido lo elimiran durante los primeros días, a través de la orina y las deposiciones, lo que les hace perder un poco de peso.
- Y, en segundo lugar, porque durante los primeros días el bebé no come mucho. El calostro materno, que es el líquido que precede a la subida de la leche y que se da a los niños durante los primeros días de vida, es un alimento muy rico en proteínas, pero bajo en calorías. Normalmente, a de 7-10 días, el bebé empieza a recuperar peso. Y a las dos semanas de vida, su peso vuelve a ser inicial.
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